Debido a la importancia que supone una buena conductometría en el éxito final de la endodoncia, se presentan los distintos métodos para determinar la longitud de trabajo y, en especial, de los localizadores de ápices, aparatos de no tan reciente introducción aunque sí desconocidos para muchos. Se pretende dar una visión general que nos ayude a conocer su evolución, características generales para utilizarlos adecuadamente así como acercarnos a las últimas aportaciones que ya se están comercializando.
Localizador de ápice dental Introducción:
En endodoncia, después de una correcta apertura de la cámara pulpar, la localización y permeabilización de conductos, el siguiente paso fundamental para poder llevar a buen término la preparación biomecánica y el sellado del conducto es la conductometría (1).
Con conductometría nos referimos al conjunto de maniobras necesarias para la determinación clínica de la longitud de trabajo(2, 3), es decir, aquella distancia comprendida entre un punto de referencia coronario y otro situado en el ápice del diente. Estudios de pronóstico y experimentos histológicos que involucraron la cicatrización después de la obturación, muestran que es preferible mantener los instrumentos y material de obturación en el interior del conducto (4).
La importancia de la longitud de trabajo radica en que (5):
• Determina a qué extensión hay que introducir los instrumentos en el conducto y, por tanto, hasta qué extensión del diente hay que eliminar los tejidos, residuos, metabolitos, productos de degradación, etc.
• Limita la extensión a la que se puede obturar el conducto.
• Del cálculo de ésta dependerán el dolor y las molestias postoperatorias.
• Si el cálculo es correcto, influirá favorablemente en el resultado del tratamiento, y viceversa.Luces de Cirugía Dental
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