miércoles, 15 de febrero de 2017

Comprendiendo nuestros aparatos de fotopolimerización dental

Las primeras unidades de fotopolimerización fueron desarrolladas en los años 1970 y emitían energía (alrededor de 365nm) ultravioleta (UV)11. Estos aparatos fueron abandonados rápidamente debido a la pobre penetración de este tipo de energía en las resinas, a preocupaciones relacionadas con la seguridad del paciente y del operador y los efectos dañinos de la radiación UV en los tejidos orales.

Las lámparas tungsteno-halógenas de cuarzo (QTH, en inglés) comenzaron a ser utilizadas en odontología con el advenimiento del sistema fotoiniciador de canforoquinona. Este tipo de materiales absorbe la luz visible en el rango de 468 nm.12 Las lámparas QTH tienen un filtro especial de cristal para absorber el calor y también un filtro de luz que permite el pasaje de un amplio espectro de luz azul entre 400 y 550 nm13, más que suficiente para activar la canforoquinona.

Las lámparas QTH se convirtieron en la principal fuente de fotopolimerización a finales de los años 80 y durante los 90; sin embargo, la densidad de potencia de este tipo de aparatos permaneció en un promedio de alrededor de 400 y 500 mW/cm2.

Para incrementar la cantidad de potencia de las lámparas QTH, se inventó la punta turbo. Esta punta se compone de un haz de fibras ópticas que son estiradas durante la fabricación, mientras aún están calientes, en forma tal que el haz de fibras tenga un diámetro menor en la punta. Así, la potencia emitida es la misma en ambos extremos, pero como está distribuida en un área menor en el extremo emisor, la irradiancia puede incrementarse a veces en hasta 1,6 veces2.

Hoy, tres aparatos LED poseen capacidad poliwave o, en otras palabras, más de un tipo de LED, y por ello son capaces de polimerizar un rango más amplio de fotoiniciadores: VALO (Ultradent Products), la familia BluePhase de Ivoclar Vivadent y la SmartLite Max (Dentsply Caulk).

Fuente: http://www.dentaldeal.es


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